Ahora, amigos, déjenme contarles un poco sobre el tungsteno, también conocido como wolframio. Puede que nunca hayáis oído hablar de él, pero es uno de los metales que se extraen de la tierra. El wolframio no es un metal cualquiera: tiene el símbolo de la "W" en la tabla periódica y el número 74. Pero lo más importante es que el wolframio no es un metal cualquiera. Pero esto es lo más importante que debes saber: el tungsteno no es ferroso. No tiene hierro, ni una pizca.
¿Por qué es importante? Bueno, mira, los metales que tienen hierro, se llaman metales ferrosos. El hierro es lo que les da esa atracción magnética. Si pones un imán sobre un trozo de hierro, el imán se pegará a él. ¿Pero el tungsteno? No, ese metal no sigue el juego. Levanta un imán y el tungsteno no hace nada. Eso es porque el tungsteno no tiene hierro, por lo que se llama no ferroso. Lo mismo que el cobre, el latón y el aluminio, a los que tampoco les importan nada los imanes.
Ahora, permítanme desglosar más simple-como. El tungsteno, tiene este color natural - un tipo de metal duro, de aspecto gris acero. También es duro como una roca, muy difícil de doblar o romper. Pero incluso con toda esa dureza, no es frágil como se podría pensar. Y es pesado, ¡más pesado que un saco de patatas! Pero a pesar de todo ese peso, no es ferroso.
Allá por 1781, un tipo llamado Carl Wilhelm Scheele -no me preguntes cómo se dice ese nombre tan elegante- descubrió que este nuevo ácido podía proceder de una roca llamada scheelita. Y a partir de ahí, la gente inteligente descubrió cómo obtener tungsteno de las rocas, aunque tuvieron que trabajar muy duro para hacerlo puro. El wolframio se encuentra sobre todo en minerales como wolframita y scheelita...no sentado solo. No le gusta estar solo, ese tungsteno.
Ahora, la mayoría de tungsteno va en makin ' carburo de tungsteno. Es un nombre elegante para un material resistente que se utiliza en todo tipo de herramientas y máquinas. Por ejemplo, si tienes una broca o una herramienta de corte, es muy probable que tenga carburo de tungsteno para mantenerla afilada y resistente. Eso es porque el tungsteno no se desgasta fácilmente. Los granjeros, los constructores y la gente que trabaja con materiales duros necesitan herramientas resistentes, y el tungsteno es justo lo que necesitan.
Otra cosa: el tungsteno tiene usos extraños que quizá no conozcas. Incluso lo utilizan en luces fluorescentes¡! Y mira esto, ¡algunas bacterias diminutas incluso utilizan tungsteno en sus cuerpos! Te hace pensar, ¿verdad? Un gran metal como ese, y sin embargo algunas pequeñas criaturas lo necesitan para vivir.
Recuerda que el tungsteno no tiene nada que ver con el hierro. Por eso no se oxida como el hierro. Si dejas el hierro en la lluvia, se volverá naranja y quebradizo. ¿Pero el tungsteno? La lluvia no le molesta ni un poco. Por eso le gusta tanto a la gente del negocio del metal: es fiable, no se dobla, no se rompe y, por supuesto, no se oxida. Perfecto para esos trabajos especiales en los que se necesita un metal en el que se pueda confiar.
Y ahí lo tienen. El tungsteno es un metal fuerte, pesado y duradero, pero ¿ferroso? Ni hablar. Está en una clase aparte, trabajando duro como se supone que debe hacerlo sin necesidad de hierro. Así que la próxima vez que oiga hablar del tungsteno, sepa que es resistente y no ferroso, y que probablemente ayude a fabricar algo muy útil para todo tipo de personas.
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